La tónica de mi vida

Hay personas que se cruzan en tu camino, que pasan unos segundos y ya no vuelven más, te dan buenos momentos y se marchan sin avisar que no se volverán a repetir por mucho que luches para que eso no suceda, pero hay otras personas que por el contrario, siempre están ahí,  sin que aparentemente les cueste un esfuerzo sobrehumano estar cerca, simplemente están.

Vale que cuando eres un crío y vives puerta con puerta no tiene mucho mérito estar cerca, o cuando en clase te sientas cerca para poder tener una ayudita en los examenes, pero conforme pasan los años y la distancia aumenta, es ahí cuando la amistad quizá se haga más fuerte, cuando realmente valoras las batallitas que habéis pasado, es en ese momento cuando realmente te puedes alegrar de las buenas noticias.

Seguiremos estando cerca, para alegrarnos de todo lo que venga.